WASHINGTON Y BRUSELAS.- El presidente electo, Donald Trump, deportará inmediatamente a unos dos o tres millones de indocumentados “criminales” cuando asuma en enero la presidencia y construirá el muro en la frontera con México, aseguró en una entrevista en el programa “60 minutes” de la emisora de televisión CBS.
Trump, que durante la campaña electoral prometió que iba a deportar a los 11 millones de inmigrantes indocumentados que viven en Estados Unidos, explicó que empezará deportando o encarcelando a aquellos inmigrantes indocumentados que son “criminales”.
“Lo que vamos a hacer es tomar a la gente que son criminales y tienen antecedentes penales, pandilleros, traficantes de droga (...) probablemente dos millones, o incluso tres millones, los vamos a sacar del país o los vamos a encarcelar”, explicó Trump, según algunos extractos adelantados de la entrevista que era retransmitida anoche, por completo, completo en CBS.
Según el presidente electo, después de que la frontera esté “segura”, los funcionarios de inmigración determinarán qué pasará con el resto de inmigrantes indocumentados que viven en Estados Unidos.
Trump también confirmó que construirá el muro en la frontera con México, tal y como prometió durante la campaña electoral. El presidente electo explicó a “60 minutes” que en parte será un muro y en otras partes habrá “algunas vallas”.
“Para algunas áreas lo consideraría (levantar vallas), pero para otras, un muro es más apropiado. Soy muy bueno en esto, se llama construcción”, añadió Trump.
Refuerzo fronterizo
Por otro lado, el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, aseguró que Trump no planea crear “un fuerza de deportación” para deportar a los 11 millones de indocumentados que viven actualmente en Estados Unidos, la mayoría de ellos de origen latinoamericano.
Ryan dijo que una de las primeras prioridades de la nueva administración será reforzar la seguridad en la frontera.
Durante sus casi ocho años de gobierno, el presidente, Barack Obama, ha deportado a 2,5 millones de indocumentados, más que ningún presidente hasta ahora, lo que le ha valido el apodo de “deportador en jefe” dentro de la comunidad hispana.
Obama se comprometió, en 2014, a expulsar a indocumentados con antecedentes criminales y no a separar a las familias de indocumentados. Y anunció el dictado de decretos migratorios para dar papeles temporales y frenar la deportación de cinco millones de indocumentados, pero nunca entraron en vigor porque los republicanos los frenaron en los tribunales.
Debate en Europa
Los ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE) debatían anoche, en una cena informal, el impacto que podría tener la elección de Trump en las futuras relaciones del bloque con EEUU.
La actuación de Trump es impredecible, pero las duras críticas a los acuerdos de libre comercio, a las políticas migratorias europeas y sugerencias de que Estados Unidos podría reducir la financiación a la OTAN durante la campaña desataron la preocupación en Europa.
“No sabemos cuáles serán las posturas” del presidente electo, dijo un funcionario de alto rango en condición de anonimato. “Hay una diferencia entre lo que dices en campaña y lo que después hace un Gobierno electo”, añadió.
Más de 20 de los 28 jefes de la diplomacia de los Estados miembro se esperaban en el evento, con las destacadas ausencias del ministro de Exteriores británico, Boris Johnson, y del francés Jean-Marc Ayrault.
La cena en Bruselas precede a un Consejo de Asuntos Exteriores que durará dos días, que arranca hoy y que reunirá a los ministros de Exteriores y Defensa.
En el primer día se hablará de temas como Turquía, Siria, Irak y Libia y mañana se centrará en un plan para impulsar la cooperación de la UE y la OTAN, con la asistencia del secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, Jens Stoltenberg. (Reuters-DPA)